BIOEXISTENCIALISMO: Sinopsis del libro

¿Qué es el bioexistencialismo?

El bioexistencialismo es una aproximación teórica entre los principales elementos constiutivos del existencialismo de Sartre y del deterinismo biológico, y se sustenta, entre otros aspectos, en la proximidad y similitud existente entre los conceptos de ambiente-organismo y ser para sí-ser para otro.
Para el bioexistencialismo, la libertad y el determinismo son dos características propias de toda forma de vida, que nunca pueden adquirir un valor absoluto, y difieren entre los distintos organismos, tanto a nivel intraespecífico como interespecífico, solamente respecto de sus valores cuantitativos, pero no de forma cualitativa.
La vida es libertad y también determinismo, ambos al mismo tiempo. Los procesos que le dan origen son materiales y funcionales, y no se requiere la presencia de un sistema nervioso complejo.
El bioexistencialismo es también una forma de validar los mismos principios que Sartre atribuyera a los seres humanos, a otras formas de vida - en teoría toda forma de vida -, sin importar su situación filogenética.

¿Somos libres o nuestras vidas están de alguna manera programadas? Determinismos sociales, económicos, y peor aún, determinismos genéticos, son algunos de los obstáculos que encuentra nuestra libertad. Y sin embargo, la libertad parece no ser tan etérea. Acaso Sartre tenía razón al afirmar que somos libres, pero él mismo sabía muy bien que la libertad no es equivalente al sueño, a la ilusión gratuita. Y entonces, ¿cuál es la frontera que separa al soñador del desquiciado? Acaso libertad y determinismo, al fin y al cabo, sean dos caras de una misma moneda. Sí, somos libres, pero…

ISBN 978-2-9533802-0-0

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Bioexistencialismo. La vida es libertad.

Determinismo y libertad

La libertad como una propiedad de la materia viva.

Pese a que parece no ser posible descartar el peso de la evidencia que afirma que nuestro comportamiento está determinado, la libertad también es un hecho observable, tanto como los fenómenos mecanicistas y altamente determinados. La diferencia real entre los dos extremos de esta cuerda, es que ambas realidades se manifiestan con "diferentes intensidades", y nunca pueden ser totales o absolutas. De esta manera, las diferencias son solamente de orden cuantitativo más que cualitativas.
Todos somos libres. Solamente batsa por saber cuán libres.

Bioexistencialismo práctico

Si el bioexistencialismo considera que la libertad es connatural a toda forma de vida, aunque se manifieste de diversas maneras y con diferentes matices, de ello no se deriva que todas las consideraciones éticas o morales aplicables a seres humanos en tanto que poseedores de tal característica sean inmediatamente validadas para otras especies.

De hecho, conocer el funcionamiento y los mecanismos bajo los cuales la naturaleza se despliega ante nuestro entendimiento no equivale a extraer a partir de ello una ética de aplicación inmediata.

La naturaleza es neutra, es objetiva y no es proyectiva; por tanto el carácter axiológico de una acción, de una resolución o afirmación cualquiera, no depende de las leyes naturales estudiadas, sino de nuestras apreciaciones particulares.

Si puede decirse que bacterias, humanos, aves y reptiles (entre otros), sean organismos susceptibles de libertad, ello no nos conmina en los hechos a considerar de igual manera a toda forma de vida (pues se trata más bien de una constatación puramente teórica, como puede serlo el constatar una misma constitución química, o el constatar la inviolavilidad de los principios termodinámica, etc.).

Evidentemente, quienes aboguen por la atribución de propiedades que se podrían considerar como únicamente humanas a otras especies, probablemente encontrarán aquí un argumento más a favor, aunque el "valor" moral que ello pudiera tener es algo por discutir, por lo que del bioexistencialismo en tanto que concepto, no se desprende ni un apoyo ni un rechazo al "especismo" ni al "veganismo"... La elección es un asunto personal.

Entre el libre albedrîo y el determinismo.

Uno de los biólogos más importantes del momento, Richard Dawkins, puede ser un buen ejemplo del pensamiento determinista biológico. Sin llegar a extremos, el científico británico asume que, a parte de ciertos epifenómenos, todo comportamiento humano, y más ampliamente animal, es susceptible de ser analizado bajo la lógica de la biología, de la genética y de la selección natural.

En tal sentido, casi cualquier comportamiento puede ser estudiado respecto de su utilidad relativa para producir descendencia (piedra angular del concepto de selección natural), e inmediatamente después, puede procederse a un análisis cuantitativo del mismo(frecuencias, eficacia adaptativa, etc.).

Para Dawkins, la libertad existitrá entre los márgenes en los que la selección natural habrá de actuar, y particularmente en lo que se refiere a nuestra especie. La determinación total para él no existe, algo que reconoce implícitamente en uno de sus recientes documentales.

En cuanto a Sartre, tampoco defiende una libertad total, y en El existencialismo es un humanismo" concede una diferencia explîcita entre los deseos realistas y los suenos, lo que hacen en el fondo la diferencia entre una libertad realista y creible, y la pura ilusión.

La vida está entre los dos extremos, entre libertad y determinismo. Constatamos ambas situaciones.

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